El Ministerio de Cultura, se salió con la suya y privatizó el sistema de la venta de boletos para el ingreso a la llaqta de Machupicchu y la puso en manos de la empresa privada Joinnuss, generando así una gran polémica, por su presunta naturaleza irregular.

Pese a las protestas y a las acciones de amparo interpuestas por la sociedad civil en Cusco, la plataforma Joinnuss ya fue habilitada para vender boletos electrónicos para el ingreso al santuario; sin embargo, ésta viene presentando fallas en su sistema, generando un caos entre los miles de usuarios que aguardan una atención rápida y eficiente.

Ante, la improvisación que reina en la plataforma virtual de Joinnuss, los usuarios, entre ciudadanos peruanos y turistas extranjeros, se han visto obligados a apersonarse de manera presencial a las ventanillas de venta de boletos físicos, ubicado en la calle Garcilaso de la ciudad imperial, para poder actualizar sus reservas y finalmente adquirir sus boletos físicos.

Pero, grande fue la sorpresa, ver entre el tumulto de la gente, a la propia directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDC Cusco), Claudia Miranda Sotomayor, sentada en una de las ventanillas, vendiendo boletos físicos para el ingreso a Machu Picchu, ante el asombro de los compradores.