Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, independencia es la cualidad o condición de independiente, también se concibe com libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro.
El análisis terminológico establece que en el ámbito estadual, una organización humana estable y territorialmente definida, se asume independiente en la medida que ejerza autodeterminación, soberanía y poder político, sin sujeción a otra u otras.
La historia oficial del Perú enseña que el 28 de julio de 1821, el General San Martin proclamó la independencia en la Plaza de Lima y otras de la capital; no obstante, los acontecimientos históricos sobrevinientes nos demuestran, a contracorriente, que en el Perú de1821, no se produjo independencia alguna.
Repasemos rápidamente las páginas de las batallas de Junín y Ayacucho (el 6 de agosto de 1824 y el 9 de diciembre de 1824, respectivamente), ambos episodios bélicos y ya bajo el liderazgo del Libertador Bolívar, acontecen a más de tres años de la pretendida independencia patria.
Luego de un análisis cualitativo de los resultados que acarreó la Capitulación de Ayacucho, ni siquiera en ese momento es posible hablar de independencia, si se tiene en cuenta que el incipiente Perú, tuvo que aceptar el pago de la deuda de guerra con España por los costos del sostenimiento de su ejército durante el tiempo que duró la emancipación, además de la liberación de prisioneros españoles quienes si lo optaban, podían retornar a territorio europeo pero por cuenta del gobierno peruano.
Aunque consta a nivel documental que el dominio territorial (o limítrofe estipulado), quedaba a cargo del ejército peruano, no se puede soslayar el hecho que el 02 de mayo de 1866, en las costas del Callao, las tropas realistas pretendieron el retorno al control del territorio peruano, sin mayores argumentos que la reminiscencia a tiempos otoñales y de presencia efectiva en el escenario sudamericano.
Fuera del contexto historiográfico, el análisis científico-histórico, permite afirmar que la independencia del Perú de la dominación española, fue una aspiración inacabada hasta muchos años después de la proclama sanmartiniana, en particular, porque las nociones políticas más elementales, se construyeron progresivamente, partiendo de la propia idea de República, como alternativa al régimen absolutista monárquico europeo.
El enciclopedismo del renacimiento y las ideas dignificantes del hombre por encima del Estado (propiciadoras de la Revolución Francesa), consolidaron nuevas visiones de coexistencia social, destacando la influencia de la tesis del “contrato social” de Juan Jacobo Rousseau y en ella, la perspectiva de un acuerdo entre gobernante y gobernados, en una suerte de dimensionamiento político de la igualdad.
Resulta entonces que el ejercicio del poder no sería más un tema de designios o linajes, sino simplemente uno de oportunidades y decisiones.
El estrecho vínculo entre independencia y libertad, se evidencia en la necesidad de fortalecer nociones prácticas de igualdad entre los seres humanos, como principio político rector que a su vez sea el sedimento conceptual de la democracia, en tanto régimen de gobierno entre pares (ciudadanos); resulta entonces, que en relación a la existencia colectiva, la independencia de una nación implicó siempre: autogobierno.
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