La feria de Santurantikuy, Takanakuy, entre otras actividades festivas, se realizan en esta región antes y después de Nochebuena.

La Navidad adquiere un matiz único en la Ciudad Imperial de Cusco, cuna de riquísimas tradiciones culturales peruanas y joya turística de fama mundial. En esta festividad, esta región se viste de color, proyectando sus raíces andinas que se entrelazan armoniosamente con la celebración cristiana. En la que fuera capital del Tahuantinsuyo, los preparativos se intensifican para celebrar el nacimiento de Jesús, en una atmósfera que conjuga profundamente la devoción con un fuerte sello autóctono.

La celebración navideña cusqueña se distingue por su peculiar entremezclado de rituales indígenas y prácticas cristianas. Esta sinergia cultural se manifiesta en sus calles adornadas, donde surgen actividades y expresiones artísticas que son el sello de la región. La temporada invita a residentes y turistas por igual a sumergirse en una experiencia singular, en la que la espiritualidad religiosa y el vasto legado cultural convergen en la Navidad andina, dotándola de esa esencia única.

En definitiva, la Navidad en Cusco trasciende ser simplemente una fecha en el calendario; es la manifestación palpable de un pueblo que preserva sus tradiciones ancestrales a la vez que celebra el sentido universal de estas fechas. Esta ciudad, que ostenta un patrimonio histórico insuperable y una belleza natural inigualable, se erige como un destino de aún mayor encanto durante la temporada navideña, ofreciendo un espacio donde el pasado y el presente se entrecruzan para conmemorar la paz y esperanza que emanan de la festividad.

¿Cómo se celebra la feria de Santurantikuy?

El Santurantikuy, que ilumina la Plaza de Armas del Cusco cada 24 de diciembre, persiste como un bastión de la cultura regional desde el siglo XVI. Esta histórica feria, declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 22 de septiembre de 2009, es una exquisita manifestación de la confluencia cultural andina.

Renombrada por sus figuras de santos y la icónica imagen del ‘Niño Manuelito’, esta ‘venta de santos’, cuyo nombre proviene del quechua, se ha adaptado a los cambios sociales de Cusco contemporáneo. No solo se encuentran obras de arte religioso, sino que también cobran vida los sabores de la región con la oferta de su gastronomía típica y la invitación a saborear el ‘ponche’, una bebida representativa de la calidez cusqueña.

La feria atrae a multitudes, desde compra- dores hasta espectadores curiosos. Todos se sumergen en la efervescencia cultural que se extiende durante toda la jornada, entre el bullicio diurno y la magia nocturna. Su papel es crucial en la preservación y difusión de la identidad andina, congregando a artesanos de múltiples regiones que abanderan la variedad y riqueza de las tradiciones artísticas del sur peruano.

¿Quiénes son los protagonistas artesanales en la temporada navideña de Cusco?

En la temporada navideña cusqueña, pequeñas figuras artesanales cobran vida y se vuelven protagonistas de la celebración. Las representaciones del ‘Niño Manuelito’ lideran las ventas, convirtiéndose en las predilectas para adornar los nacimientos tradicionales que engalanan los hogares durante estas fechas.

Junto con estas imágenes veneradas, los ‘toritos’ de Pucará emergen como un complemento cultural en el montaje navideño. Aunque originarios de Juliaca, estos toritos han trascendido fronteras regionales para convertirse en íconos del arte popular peruano. Estas figuras no solo enriquecen la estética de los nacimientos, sino que también resaltan el sincretismo y la diversidad que caracterizan las festividades en la región andina.

A estos elementos distintivos de la Navidad en Cusco, se agregan las ‘ilusiones’, pequeños ornamentos que capturan los anhelos y sueños de la comunidad. Elaborados en materiales como lana, madera o yeso, estos amuletos son altamente cotizados por su significado y por la esperanza que representan para quienes los adquieren y regalan.

Estos objetos artesanales, más que simples decoraciones, transforman las tradiciones y las aspiraciones de los cusqueños. En las figuras del ‘Niño Manuelito’, ‘torito’ de Pucará e ‘ilusión’, se entretejen historias de devoción, arte y cultura que perduran en el tiempo, haciendo de la Navidad un período rico en expresiones artísticas y lleno de simbolismo para la población local.

Takanakuy, la tradición de resolver conflictos con violencia

En Chumbivilcas, corazón de Cusco, resuena el eco de una de las tradiciones más singulares de la región: el Takanakuy. Este evento cultural, que se ha ganado un lugar destacado en el calendario de festividades andinas, volverá a reunir a la comunidad este 25 de diciembre. Conocido fuera de las fronteras de Cusco, el Takanakuy es una práctica ancestral que convoca combates rituales, un fiel reflejo de la idiosincrasia andina.

Esta confrontación ritual, envuelta en un estricto código de honor, exige respeto mutuo y consentimiento entre los participantes. Antes de intercambiar golpes, los contendientes deben pactar voluntariamente el enfrentamiento, en una suerte de ‘Club de la pelea andino’, que comienza y termina con un abrazo fraternal, cerrando simbólicamente cualquier litigio.

Aunque los principales participantes son hombres de entre 20 y 30 años, la inclusión es palpable: mujeres y adolescentes también abrazan esta tradición ancestral.

Las reglas son claras: los duelos

se anuncian previamente, identificando al rival y el motivo del desafío, siempre con la premisa de resolver diferencias y mantener el tejido social unido.

Los enfrentamientos se despliegan en espacios centrales como plazas de toros o plazas principales, donde el público puede atestiguar. La equidad es fundamental: solo se permite la lucha entre pares con características similares de género, edad y constitución. Limitados a un intenso lapso de tres minutos, estos duelos tradicionales admiten únicamente el uso de puños y patadas.

Más que una simple manifestación física, el Takanakuy es una ventana a la profundidad cultural de Chumbivilcas, donde la fuerza se convierte en un diálogo y los golpes en un lenguaje de resolución de conflictos bañado en respeto. La región se viste de fiesta para dar paso a este espectáculo que combina valor, tradición y comunión, perpetuando así una expresión cultural única que transforma el combate en danza y el conflicto en hermandad.

¿Cuándo se realiza la Misa de Gallo en Cusco?

La noche del 24 de diciembre, en la región Cusco se llevará a cabo la tradicional Misa de Gallo, una celebración eucarística que llena de espiritualidad a fieles, lugareños y turistas.

En cuanto al horario, se sabe que la Basílica Catedral de Cusco abre sus puertas a las 13:30 para recibir a los ciudadanos. Es preciso mencionar que la reunión dura una hora y media, aproximadamente. Tras finalizar esta ceremonia, las personas se dirigen a sus hogares para compartir la cena navideña e intercambiar regalos.

La entrada Navidad en el Cusco: tradiciones y costumbres de la Ciudad Imperial para celebrar las fiestas de fin de año se publicó primero en Diario El Sol del Cusco.


Source: RPP