Organizaciones como el colectivo Sonqo Warmi, Proyecta Igualdad y Flora Tristan, acusaron que en el caso de una menor de 12 años que está gestando se estaría generando hostigamiento religioso para dilatar o cancelar el procedimiento terapéutico, que aseguran se debería realizar a la niña.

De acurdo a una nota de prensa emitida, dan cuenta de lo ocurrido, indicando que en el distrito de Echarati, provincia de La Convención, Cusco, la madre de una niña de 12 años denunció ante el Centro Emergencia Mujer de Kiteni que su hija fue víctima de violación sexual. El sujeto, identificado como Alipio Cáceres Bustamante, de 82 años, es propietario del inmueble en el que Milagros y su madre son inquilinas, lo que le facilitó el acceso para abusar de la niña sistemáticamente.

Como producto de estos actos, la niña ahora se encuentra embarazada de 13 semanas. La madre de la niña solicitó por primera vez que su hija acceda a un aborto terapéutico el 3 de octubre a la médica Lourdes Pastor Sequeiros, Directora del Hospital Quillabamba. El hospital decidió derivar a Milagros al hospital Antonio Lorena, en la ciudad del Cusco.

El 9 de octubre, la madre de Milagros solicita por segunda vez el acceso al aborto terapéutico de su hija a Rubén Porcel Alarcón, director de este segundo establecimiento de salud. En todas sus comunicaciones, se enfatiza el grave estado de salud en que se encuentra la niña: con un cuadro grave de depresión y ansiedad con ideación suicida. La pequeña no come, no duerme y manifiesta su deseo de morir constantemente.

Indicaron que a pesar de encontrarse en un embarazo que califica de alto riesgo, la Junta Médica del hospital Lorena del Cusco aún no se ha pronunciado sobre el procedimiento; además el hospital permite que diariamente acuda personal de una congregación religiosa católica a hostigar tanto a la niña como a su Madre para disuadirlas de acceder al aborto terapéutico.

De igual modo, hostiga y amenaza al personal de asistencia legal que acompaña a la familia. El Hospital Antonio Lorena del Cusco está incumpliendo su deber de salvaguardar el interés superior de la niña y de proteger y garantizar su vida y su salud, según lo establecido por el procedimiento de atención integral a la gestante en la interrupción voluntaria de un embarazo menor a 22 semanas, en el marco de lo dispuesto en la Resolución Ministerial N°486-2014- MINSA.

Aseguraron, que tanto la Dirección del Hospital como la Gerencia Regional de Salud del Cusco enfrentarían responsabilidad por omitir sus funciones al no garantizar que el hospital cumpla con su deber de protección de la niña, ni de garantizar la seguridad para su atención, evitando actos de hostilidad contra la niña y su familia, con eficacia, oportunidad y dignidad.