Las fuerzas del Grupo paramilitar Wagner comenzaron el sábado a replegarse en Rusia por orden de su líder Yevgueni Prigozhin, quien anunció inesperadamente su retirada tras desafiar a la autoridad del presidente Vladímir Putin

El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Ye- vgueni Prigozhin —quien el viernes 23 de marzo había denunciado bom- bardeos rusos a sus tro- pas— decidió dar marcha atrás su iniciativa de lle- gar Moscú “para evitar el derramamiento de san- gre”. El anuncio del retor- no de sus combatientes a las bases permanentes hizo ver, desde occidente y algunos aliados rusos, una debilidad en el go- bierno de Vladímir Putin en medio de la guerra en Ucrania.

«Ha llegado el momen- to de que se puede de- rramar sangre. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por una de las partes, nuestras columnas dan media vuelta y regre- samos a nuestras bases de acuerdo con el plan», afirmó Prigozhin en un mensaje de audio en su canal de Telegram.

Es la última parte de su mensaje (“de acuerdo con el plan”) lo que ha he- cho pensar a más de uno —sean periodistas, histo- riadores, internacionalistas, entre otros— en si la decisión de Prigozhin fue solo un repliegue ante las cámaras estatales, o si el intento de “tomar” Moscú fue una planificación para exigir cambios en la élite militar rusa.

La clave apunta en que Prigozhin, desde antes de la guerra en Ucrania, ha protagonizado una lucha de poderes precisamente contra el ministro de De- fensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov.

Wagner, a 200 kilómetros de Moscú

Prigozhin, que había negado querer dar un golpe de Estado, cruzó anoche con 25 000 hom- bres la frontera rusa a la región de Rostov desde Ucrania, donde las fuer- zas rusas habían atacado supuestamente con misi- les un campamento del grupo Wagner, para ini- ciar una «marcha por la justicia» hacia Moscú.

El motivo, agregó, es el «caos» causado por la cúpula militar en la gue- rra en el país vecino y la muerte de «más de 100 000 soldados rusos» por su culpa.

El que también es co- nocido como el «chef de Putin» por sus negocios de restauración, aseguró que sus hombres avanza- rían hacia Moscú mientras no tuvieran en su poder al jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, a quie- nes lleva meses acusan- do de mala gestión de las operaciones militares en Ucrania.

Además, Prigozhin afir- mó que las élites militares rusas, contra las cuales se rebeló, «querían desin- tegrar Wagner» y por ello anunció la «marcha por la justicia», durante la cual, en 24 horas, avanzó has- ta llegar a 200 kilómetros de Moscú tras tomar la ciudad sureña de Rostov del Don.

«Durante este tiempo no derramamos ni una gota de sangre de nues- tros combatientes», indi- có, al reconocer que esto podría haber cambiado.

La situación se presen- taba como grave ya que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció en un mensaje a la na- ción la “traición” del jefe del grupo Wagner y afir- mó que los responsables pagarán por ello. «Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nues- tro pueblo», declaró.

Incluso, el gobierno ha- bía anunciado medidas antiterroristas en la capi- tal y hasta declaró lunes como día no laborable.

La voz del mediador

Entonces, si la situa- ción parecía que iba a durar días, ¿cómo en 24 horas la convicción de Prigozhin cambió estan- do cerca de Moscú? La respuesta viene desde el norte de Ucrania, en un país liderado por un hom- bre leal a Putin: Alexandr Lukashneko, presidente de Bielorrusia.

De acuerdo con el Kre- mlin, Lukashneko logró convencer a Prigozhin de frenar la llegada a Moscú y que decidió hablar con él porque ambos se cono- cen desde hace 20 años.

Incluso el Kremlin anunció que Yevgueni Prigozhin se marchará a Bielorrusia sin causa ju- dicial abierta tanto para él como a sus hombres. «La causa judicial en su contra se retirará. Se irá a Bielorrusia», declaró el portavoz del gobierno, Dmitri Peskov.

Agregó asimismo que tampoco serán persegui- dos los otros «wagneri- tas» que tomaron parte en el motín debido a sus «méritos en el frente». Mientras, según Peskov, los combatientes que no se rebelaron podrán fir- mar contratos con el Mi- nisterio de Defensa.

De acuerdo con la prensa bielorrusa, Putin y Lukashenko volvieron a hablar por teléfono la no- che del sábado y el jefe del Kremlin agradeció a su homólogo bielorruso negociar con el dirigente de Wagner.

«El presidente bielorru- so informó en detalle al presidente ruso sobre el resultado de las negocia- ciones con la dirección de Wagner» y Putin le agra- deció el «trabajo realiza- do», informó el canal Pul Pervogo, vinculado con la Presidencia bielorrusa.

Paralelamente, los go- bernadores de las re- giones, que comenzaron a imponer restricciones para impedir el paso de los milicianos de Wagner hacia Moscú, anunciaron el levantamiento de las medidas anunciadas.

Mientras, los propios «wagneritas» iniciaron su retorno a las bases per- manentes del grupo des- de la ciudad de Rostov del Don, donde los habi- tantes les despedían con aplausos y palabras de agradecimiento.

Críticas contra acuerdos

El ruso Ígor Guirkin, alias «Strelkov, líder de la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014 y uno de los mayores de- tractores de Prigozhin, escribió en Telegram que desconfía de los «acuer- dos» que fueron alcan- zados entre las autori- dades y Wagner. «Espero equivocarme», indicó, y agregó que en su opinión «nada ha acabado por el momento».

En opinión de Guirkin, lo que ocurrió en Rusia en estas 24 horas no fue una «rebelión» armada, sino un verdadero «golpe de Estado». «Si este ha aca- bado o no, lo sabremos pronto. Tal vez, mañana», concluyó.

Por el momento no se ha pronunciado el líder checheno Ramzán Kadí- rov, quien esta mañana anunció el envío de tro- pas de la república rusa para sofocar la rebelión de Prigozhin.

La entrada Rebelión del Grupo Wagner contra Moscú: las 24 horas frenéticas que hicieron tambalear al Gobierno ruso se publicó primero en Diario El Sol del Cusco.


Source: RPP