La Constitución actual que los chilenos decidirán este domingo si «aprueban» o «rechazan» reemplazar por un nuevo texto fue la primera en instaurar un sistema económico neoliberal. Ahora la nueva propuesta busca sentar las bases de un modelo con derechos sociales en Chile

El proyecto de nueva Consti­tución sometido a votación este domingo en Chile encamina al país a poner una lápida al sis­tema económico neoliberal que impuso la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), para sen­tar las bases de un modelo con derechos sociales.

La Constitución actual que los electores decidirán este domin­go si «aprueban» o «rechazan» reemplazar por un nuevo texto fue la primera en instaurar un sistema económico neoliberal, y a partir del retorno a la democra­cia en 1990 tuvo varias reformas para agregar más regulaciones. Sin embargo, dejó en manos pri­vadas áreas esenciales como la salud, la educación y las pensio­nes.

La propuesta nueva garantiza derechos sociales reclamados por años en las calles de Chile pero contiene modificaciones cuyos alcances generan profun­das divisiones entre los econo­mistas.

Busca «continuar profundizan­do el cambio hacia un Estado de bienestar, aunque en estos años de retorno a la democracia ha habido muchos cambios que han apuntado a eso en lo grueso», dice a la AFP Cristian Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo.

«Lo que estamos haciendo es buscar un texto que nos una, rei­vindicando lo que los países de­sarrollados hace mucho tiempo hicieron, que es el estado consti­tucional de derechos», afirmó Ni­colás Eyzaguirre, exministro de los gobiernos de centro izquierda y exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), en declara­ciones a radio Cooperativa.

La versión original de la Cons­titución redactada en la dictadu­ra en 1980, no establecía regula­ción bancaria ni a las empresas; contenía bajas tasas de impues­tos y casi ninguna regulación ambiental ni a la libre competen­cia.

Las encuestas previas, vetadas desde dos semanas antes de la elección, indican una ventaja de la opción rechazo.

Estado social de

derechos

La propuesta, redactada du­rante un año por una conven­ción constituyente, establece un «Estado social de derechos», con un sistema estatal y universal de salud y educación, y el fin de las administradoras privadas de los fondos de pensiones.

El nuevo texto restablece el derecho efectivo a la huelga, descentraliza al Estado y esta­blece el pago de un «justo precio» por expropiaciones. Mantiene la autonomía del Banco Central y termina con derechos de propie­dad sobre el agua entregados a perpetuidad en la Constitución vigente.

En minería no está prevista la nacionalización de los grandes yacimientos de cobre, metal del que Chile es su principal produc­tor mundial con casi un tercio de la oferta global. El país es tam­bién un importante actor en la extracción de litio.

«En lo económico no hay exo­cet (misil) o algo que la destruya pero varias cosas que la erosio­nan», dice a la AFP el economista de la Universidad de Chile, Jose­ph Ramos.

«Es una propuesta pobre. No hay nada en ella que sea para mejorar la productividad. Hay un énfasis casi exclusivo en temas sociales pero no económicos», agrega.

Reformas

El texto mantiene la economía de libre mercado pero además de lo social agrega un mayor én­fasis al resguardo del medioam­biente.

«Una Constitución preocupada del medioambiente probable­mente obligue a tener una eco­nomía menos extractivista y eso implica desarrollar otras áreas y a invertir en ciencia y tecnolo­gía», dice por su parte a la AFP la abogada feminista Gloria Maira, criticando la fuerte dependencia hoy de la minería.

La nueva propuesta corre en paralelo a la serie de reformas que impulsa el gobierno del iz­quierdista Gabriel Boric, que asumió en marzo pasado en re­emplazo del conservador Sebas­tián Piñera (2018-2022).

Boric, que calmó las aguas al nombrar en Hacienda al expre­sidente del Banco Central, Mario Marcel, impulsa la introducción de un nuevo royalty (o regalías) a la minería y una reforma al sis­tema privado de pensiones que actualmente otorga una mayoría de jubilaciones por debajo del sueldo mínimo (420 dólares).

Para financiar las reformas, Boric planteó un ajuste tributario que busca recaudar casi el 4% del PIB, en un momento que la economía chilena inicia una fase de desaceleración y afronta una alta inflación (13% anual).

«En la reforma tributaria a lo que aspiramos es poder recau­dar más, pensando en el largo plazo, para poder construir un Estado que garantice derechos sociales universales que nos per­mitan generar un país más cohe­sionado, en donde el lugar donde naciste no determine de manera tan importante el lugar donde vas a morir», dijo Boric la noche de este martes, hablando ante empresarios mineros.

De aprobarse la nueva Consti­tución, el Congreso -hoy divido casi en un 50% de las fuerzas políticas de derecha e izquierda, debe tramitar leyes que habiliten la implementación de los nuevos derechos sociales.

«Se confunde la poesía con la realidad. Esos derechos sociales van a dar lugar a mucha frus­tración porque obviamente no están los recursos para eso», ad­vierte Joseph Ramos.

La entrada Referéndum por una nueva Constitución: Chile decide este domingo si deja atrás el cuestionado modelo neoliberal del que fue pionero <strong></strong> se publicó primero en Diario El Sol del Cusco.


Source: RPP