Leocadio Madera es el alcalde de un pequeño poblado llamado Yucay, ubicado en el corazón del Valle Sagrado de Los Incas (Cusco).

A principios de año, al momento de su juramentación, este burgomaestre declaró textualmente que su municipio era el más ‘Chihuán‘ de todo el Perú, volviéndose viral por su peculiar manera de reclamar por un mayor presupuesto.

A partir de ello esta autoridad fue conocida como el ‘Alcalde Chihuán’, siendo blanco de una andanada de críticas, unas constructivas y otras no tanto.

Recientemente en en la Ciudad Imperial se llevó a cabo un encuentro macroregional de autoridades, al que representantes de todo Cusco llegaron haciendo gala de sus recursos, llámese vehículos y personal, mientras que el ‘Alcalde Chihuán’ llegó acompañado únicamente de su chofer, a bordo de una camioneta totalmente destartalada.

El citado alcalde incluso pasó un desagradable momento al descender de su ‘vehículo oficial’, ya que la puerta del copiloto en un principio no podía abrirse y luego no podía cerrar.

“Esta es la camioneta oficial de la municipalidad de Yucay, una de las municipalidades que menos recibe del presupuesto nacional. Yo siento tristeza de movilizarme en un vehículo así, pero esta camioneta la tenemos que usar hasta el último momento de su vida útil porque no tenemos otro vehículo, hemos jurado trabajar por Yucay y debemos hacerlo, en las condiciones que sean”, citó.

Luego mencionó que debido a este bajo presupuesto se han visto obligados a pedir apoyo de empresarios, ONGs, gobierno regional, central, etc. A fin de llevar un poco más de efectivo a las arcas de la comuna distrital.

Refirió que uno de los problemas inmediatos a solucionar es comprar un terreno para una escuela inicial, cuyos alumnos han sido desalojados de las instalaciones prestadas que utilizaban, también mencionó que Yucay consume el agua más contaminada del mundo y que esto es algo que le urge solucionar.

DATO:

-La camioneta en mención es una Toyota Hilux del ’90, que tiene la carrocería totalmente corroída, el capó está amarrado con una soga y no le funcionan las puertas ni pestillos. En son de broma, y para reír, en vez de llorar, como explica el alcalde de Yucay, la bautizaron como: ‘Venga la Muerte’.


Source: Correo