En el 2011 se creó la Mancomunidad Regional de los Andes integrada entonces por los gobiernos re­gionales de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Ica y Junín, la misma que tiene como principales obje­tivos: disminuir la desnutrición infantil y la anemia, mejorar la calidad educativa y la calidad de vida. Para este fin, cuenta con una serie de proyectos de desarrollo priorizados a ejecutarse en el corto, mediano y largo plazo.

La Mancomunidad Regional de los Andes es la única que tiene un pliego presupuestal asignado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el mismo que implica cumplimiento de metas presupuestales y objetivos institucionales por año fiscal así como gastos no presupuestales. En datos estadísticos cuenta con 5’400,000 de población y que represen­ta el 16.2%. Tiene un PBI de 80,000 millones soles y produce el 95% de la energía de nuestro país.

La región Cusco será parte de esta importante Man­comunidad a partir de mañana cuando sea incor­porada en el marco de una importante ceremonia en la explanada del Qorikancha a las 18:00 horas.

De esta manera, empezará a trabajar importan­tes megaproyectos como el ferrocarril San Juan de Marcona – Cusco con más de 600 kilómetros de longitud y una inversión de 1,000 millones de dó­lares. De igual modo, la extensión del ferrocarril central: Huancavelica – Ayacucho – Cusco con una inversión de 1,800 millones de dólares, así como la carretera longitudinal de la sierra. Todo un sueño.

Pero también estará como objetivo fortalecer el co­rredor económico Lima – Nazca – Abancay – Cusco – Puno – Juliaca – Desaguadero – La Paz (Bolivia). Asimismo, el corredor económico Marcona – Nazca – Abancay -Cusco – Puerto Maldonado – Iñapari – Río Branco (Brasil).

Constituido por la carretera Interoceánica, integra espacios geográficos de Ica, Apurímac, Cusco, Ma­dre de Dios, y los estados de Acre y Rondonia (Bra­sil). De igual modo, otros corredores como Cusco – Quillabamba -Kepashiato – Quimbiri – Ayacucho – Lima; además de Cusco – Sicuani – Espinar – Are­quipa – Moquegua – Tacna – Arica, entre otros de suma importancia.

Pero sin duda alguna, uno de los principales obje­tivos de esta mancomunidad será hacer realidad el Gasoducto Sur Peruano, el proyecto energético más ambicioso en la historia del Perú, por lo que traerá importantes beneficios. Tendrá un impacto positivo en la economía del país, sobretodo en la macro región sur, y se calcula que contribuirá a que el Perú aumente su crecimiento en términos de Producto Bruto Interno (PBI) entre 1 y 2.5% anual. Otras obras priorizadas por la Mancomunidad será el uso sostenible de la biodiversidad de las regiones inmersas, así como la creación de corredores o cir­cuitos turísticos, el desarrollo del corredor minero, la integración de la zona de selva. De igual manera, el afianzamiento hídrico macro regional, el fortale­cimiento del sistema educativo, salud y la primera infancia para disminuir la pobreza. Por último, la Adhesión del Gobierno Regional de Cusco a los go­biernos regionales de Apurímac Ayacucho, Huanca­velica, Ica y Junín, permitirá generar alianzas es­tratégicas para el cumplimiento de los objetivos en común que estos debían ser visibilizados a futuro en un Plan de Desarrollo Regional concertado de las regiones que forman parte de la Mancomuni­dad Regional de los Andes. Sin duda alguna que se trata de un reto único que debe trascender en el desarrollo humano sostenible y afrontar problemas de educación y salud pública. Así sea.


Source: El Sol