“Hemos vuelto a la normalidad” fue lo que dijo con suma ironía el poeta Martín Adán en 1948 cuando el general Manuel A. Odría dio el golpe de estado a nuestro intento de primavera democrática derrocando al presidente constitucionalmente elegido, José Luis Bustamante y Rivero, pues, la historia política del Perú republicano se ha caracterizado por gobiernos autocráticos en su mayoría, sean dictadores civiles (Leguía y Fujimori) o militares (Velazco, Sánchez Cerro, etc.).  En nuestra vida independiente, los gobiernos democráticos y la democracia en sí han sido la excepción y no la regla.
 Asimismo, en nuestra fatídica historia poco institucional, nunca antes hemos elegido un cuarto presidente por la vía democrática. Cuando PPK asuma la presidencia este 28 de julio va a ser la primera vez en nuestra historia que un tercer gobierno democrático termina sin un golpe de estado para ser sucedido por un cuarto gobierno elegido por el pueblo en un proceso electoral libre y transparente. 
 Si bien es cierto hay poca conciencia de este hecho, lo que está sucediendo en estos momentos y con estas últimas elecciones es histórico sin duda. Eso nos demuestra que algo está cambiando en nuestra conciencia política colectiva, empezando, porque las fuerzas armadas – que por ideas caudillescas, siempre tomaron el poder, tanto es así que Basadre lo consideró el partido político más antiguo del Perú, causando un gran daño a nuestra institucionalidad republicana – han empezado a asumir el rol que les corresponde, de ser guardianes de la constitución y las leyes, subordinando su poder al gobierno elegido por el pueblo.
 Las preferencias políticas de los ciudadanos también está cambiando. Si hace algunos años los peruanos preferían, en su mayoría. un gobierno autoritario, ahora solo un poco más del 30 % lo prefiere. Cifra que aún es elevada, pues la tercera parte de la población se identifica y considera que lo mejor para el Perú es una dictadura.
 Las cosas están cambiando, es cierto, pero no por ello podemos darnos por satisfechos, sino, al contrario, hay mucho por hacer. Varios estudios han demostrado que el Perú es uno de los países con mayor desconfianza en su democracia y en su sistema de partidos. Entonces, si este gobierno no hace las reformas necesarias, puede suceder lo que dijo Hugo Neira, va a sucumbir nuestra democracia. PPK tiene un gran reto ante la historia.
Darwin Urquizo
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